miércoles, 11 de marzo de 2015



EL PERRO GUARDIÁN
 Álvaro Daniel Águila Ordoñez

En un día común y corriente, a mi bisabuelo lo había invitado su amigo a una fiesta que fue organizada para celebrar el nacimiento de su hija, pero en ese entonces todo era terreno, tenía que caminar mucho y atravesar un puente, ya que había un río que estaba muy profundo y tenía mucha fuerza, básicamente se tardaba en llegar al pueblo como una hora.
Él se fue de su casa a las cinco de la tarde para llegar a la fiesta que comenzaba a las seis y cuando llegó le presentaron a la niña, le sirvieron de comer y bailó un poco, pero después empezaron a tomar, pero su costumbre era servirse puro pulque, así que se emborracharon. Después oscureció muy rápido y él se tenía que regresar a su casa.´
Él estaba muy borracho y tenía que cruzar el puente, entonces se fue tambaleando hasta que cayó y se fue hacia el río pero de repente sintió que lo jaló algo de su camisa, lo levantó y lo llevó arrastrando hasta el otro lado del puente. Dice él que vio un perro enorme y de color blanco que lo iba jalando; cuando llegó a la otra orilla, se apoyó de él para levantarse y cuando pudo ponerse bien, quiso voltear a ver al perro, pero ya había desaparecido, se olvidó de él y siguió cambiando hasta que llegó a su casa y se fue a dormir, sin tomarle importancia a lo que le pasó.


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