UNA TRISTE
TARDE DE OTOÑO
Yo estaba ahí en el parque paseando
como siempre, caminando sobre los pasillos que arman los arbustos y con la
sombra que brindaban los árboles con las
pocas hojas que aún les quedaban, pues el comienzo del otoño los había
empezado a deshojar.
De repente, a lo lejos,
vi la silueta de una persona, no
reconocía bien si se trataba de una mujer o hombre, pero de pronto me entró una
curiosidad de conocerla así que caminé
hasta donde se encontraba parada.
Me acerqué a él y observé que unas
lágrimas brotaban de sus ojos se notaba que aquel hombre llevaba un gran dolor dentro de él, me paré enfrente
y pregunté dudoso:
-¿Hola se encuentra usted bien?.
-No, estoy muy mal, dijo con una voz
entrecortada.
-¿Por qué?, puede contarme si quiere,
afirmé con tono amigable.
-Pues mira, todo pasó hace 5 años, tenía
a mi novia, ambos adorábamos esta temporada del año, “el otoño”. Solíamos salir
a divertirnos, a tirarnos en el suelo viendo cómo se le caían las hojas secas a
los árboles, yo juntaba unas hojas y ponía su nombre con ellas. Me gustaba
darles sorpresas y consentirla… para mí ella era mi todo.
Sin embargo, al poco tiempo, ella
comenzó a enfermar. Primero eran solo pequeños malestares después eran más
fuertes, fuimos al médico y nos dijo que ella tenía principios de cáncer que
sólo le quedaban pocos días de vida y que los tratara de disfrutar, era una
persona muy optimista que salía adelante siempre a pesar de las malas rachas
que le pasaban.
En esos días me pidió que viniéramos a
este parque, tal vez sería nuestro último otoño
pues por su enfermedad no sabíamos si volveríamos a estar juntos de
nuevo, recordamos anécdotas que vivimos, algunas eran buena y otras malas.
-¿Y después qué pasó?, cuestioné dudando si
esa era una pregunta que me podía permitir hacer.
-Nos impregnamos en un fuerte abrazo y
con una bella mirada ella murió en mis brazos, causándome un gran dolor y
dejándome solo. Yo quería irme con ella para seguir disfrutando el otoño, allá
en cielo los dos juntos.- dijo finalmente.
- Sí que su historia es muy triste –
intenté sonreír.
-Sí por eso cada otoño vengo aquí a
recordar aquella persona que fue mi vida y que ahora me espera en el cielo.
Y antes de irse me pidió que la recordara con
esto:
“Qué distinto el otoño,
para mí que voy,
para ti que quedas”.
OBJETIVO DEL TRABAJO: Realización de un cuento a partir de un Haikú.
ESTUDIANTE: José Iván Santos Cuchillo
GRADO Y GRUPO: 3 Grado grupo C
ASIGNATURA: Literatura I
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